Titulo_Testimoniosescritos sobre la Dra. Carolina Uribe

Fecha:        Noviembre 18, 2015
Ciudad:       Bogotá
Paciente:    J.Gutiérrez
Contacto:   quasoft@cable.net.co

Toda mi vida he tenido muy buena visión y nunca me preocupé por usar lentes o anteojos, pero unos años más adelante, cuando ni siquiera había cumplido los 62, tuve que seguir a un amigo que iba en su carro ayudándome a llegar a un sitio de esos que en Bogotá nadie, ni siquiera los taxis, acierta a encontrar. En un momento dado se me metió un bus gigante y detrás otro y se me perdió el carro que seguía. Lo único que yo tenía que hacer era guiarme por la placa, apenas la viera, por lejos que estuviera, era cuestión de un buen segundazo y listo. Pero yo, que me creía “ojo de aguila” me di cuenta ese día que no podía ver ninguna placa hasta que no estaba a punto de estrellarme contra ella, y fue ese el momento en el que pensé que en mi caso, quizás la edad podría estar jugándomela. Fui entonces a una óptica de cadena, de donde salí con medio millón de pesos menos, porque eso fue lo que me cobraron por todo lo que hicieron. Al día siguiente cogi mi carro feliz para ir a mirar placas por todas partes y estrenarme. Esa era la intención. Pero yo no podía distinguir las placas hasta que no estaba apunto de sonar el golpe del tiestazo contra el carro de la placa que no conseguía ver. Para acortar el cuento, me quedé sin ver y me quedé sin el medio millón, porque cuando fui a reclamar descubrí una cantidad sin límite de disculpas y razonamientos extraños para evitar cumplir con la garantía. Pensé que mi paz era más valiosa y resolví dejar así.

Diez años más tarde y cuando ni siquiera había cumplido los 72, aunque no lo crean, mi visión no mejoró sino que empeoró y fue entonces cuando alguien me dijo “pero es que a usted cómo se le ocurre ir a ópticas de cadena, vaya a un sitio profesional hombre, yo conozco a una Dra. Uribe que ella si le puede ayudar” y eso hice. Pedí cita y allá llegué.

Desde que uno es recibido por la Dra. Uribe sabe uno que llegó a donde tenía que haber llegado desde el principio. Me hizo un exámen muy completo, me preguntó mil cosas y me dijo que en dos días estarían listas mis gafas. Yo quedé encantado con ella pero no me hice muchas ilusiones porque diez años antes, había pagado medio millón de pesos en una óptica de cadena que, a valor presente hoy, daría alrededor de un millón completo, y ahora esta optómetra, diez años después me habia cobrado menos de trescientos mil…..

No tengo palabras para agradecerle a la Dra. Carolina Uribe el milagro que obró en mi, porque cuando recogí mis gafas, me las puse y salí a manejar por Bogotá, ví con una nitidez inverosímil todo lo que había por delante, veía de lejos como si estuviera cerca, la precisión con que podía divisar las placas pasó a ser lo de menos, la maravilla era la claridad con que quedé viendo, yo puedo decir que gracias a la Dra. Carolina Uribe hoy a mis más de 72 años años veo es en HD…..

Muchísimas gracias Dra. Carolina, estoy inmensamente agradecido con usted.

J. Gutiérrez

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